Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas.

La sagrada imagen del Muy Antiguo y Milagroso Señor de las Tres Caídas corresponde a la iconografía que representa a Jesús Nazareno, camino del Calvario, al caer por tercera vez ayudado a portar la cruz por Simón de Cirene. La más antigua representación, de este pasaje de la pasión, la vemos en un sarcófago del s. IV que se conserva en el museo Laterano de Roma y que en Granada nos viene de la celebración, muy extendida en su momento, del Vía-crucis. Talla anónima, es posible que del taller o circulo próximo a Pedro de Mena. Única en el catálogo de la imaginería granadina por su representación y personal línea estilística.

Es imagen de vestir que hinca su rodilla derecha en tierra, apoyando esa misma mano, sobre una rocalla. La pierna izquierda la presenta flexionada, en ademán de levantarse y abraza la cruz con la mano correspondiente. El cuerpo lo vence a su derecha, hacia donde gira la cabeza, de pelo natural, barba bífida y penetrante mirada. Le distingue el uso de corona de espinas con nimbo, en plata, que señala su dignidad, santidad y realeza.

Jesús de las Tres Caídas comienza a recibir culto, mediado el s. XVII, en el claustro del convento de San Francisco “Casa Grande”. Pasa a ser titular de la hermandad gremial de los Cocheros, hacia 1680; siendo procesionado por horquilleros, en el primer paso de los conocidos como de misterio, haciendo conjunto con las tallas de Simón de Cirene y un legionario romano. El fervor de los granadinos por esta piadosa imagen llega a ser tal que se le erige capilla propia, de dimensiones tales que se confundía con la principal del Convento.

Con la desamortización, la hermandad de los Cocheros pasa al cenobio albaicinero de Santa Isabel la Real, para finalmente extinguirse. No así el fervor al Señor Caído que, siempre presente en la memoria devocional granadina, sería motivo de nuevas fundaciones o reclamado para su participación en los “Entierros Antológicos” celebrados en los años 1881, 1908, 1909 y 1910. En años posteriores, como en 1913, sale en Domingo de Ramos por el barrio del Albaicín; y en 1959, en un nuevo intento por hacerle una cofradía, procesiona con la de los Favores. La sensibilidad cofrade del barrio del Realejo, lo recupera definitivamente, al tomarlo por Titular, desde 1961, la hermandad de Ntra. Sra. del Rosario. A pesar de ello, el Señor, continua recibiendo culto en el convento albaicinero, desde donde se traslada, cada segundo domingo de cuaresma, en un devoto y multitudinario víacrucis a la sede canónica de la Hermandad, para la Estación de Penitencia del Miércoles Santo.

En 2006, se le somete a una intervención de consolidación y sujeción a la peana, así como limpieza de policromía y recuperación de diversos elementos deteriorados que llevó a cabo Francisco Marín Cruces.

En la actualidad el misterio lo forman, en igual disposición al original del s. XVII, esculturas del imaginero Antonio Bernal, procesionando sobre paso de madera en estilo barroco de la firma de Guzmán Bejarano y sobredorado por Cecilio Reyes. Carga cruz arbórea que tallara Zúñiga Navarro, con cantoneras sobredoradas de orfebrería Ríos. Cuenta con túnicas bordadas, al realce, en terciopelo morado por el taller de García y Poo; y en cardenal por las Comendadoras de Santiago, siguiendo diseño de Eloy Téllez.

Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas
Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas